Vi a Pearl Jam!!!!!!!!!!

Gracias por escribirme, sabes que siempre espero tus mensajes con mucha ansia, Hagucera. Pues sí, ya estoy mejor. ¡Cómo te sorprendiste cuando te llamé el domingo! Estaba afónico. Era la consecuencia de haber gritado durante todo el concierto de Pearl jam. Sí, la banda que tanto me ha influenciado, la que te aburre cuando pongo más de tres discos seguidos en nuestros domingos especiales. Esa misma. Pearl Jam. Mira, durante los primeros paseos en Madrid, junto con Eswin, el Chilango y Érica, encontré el cartel de un festival en el que decía que la única presentación de Pearl Jam en España sería el 9 de junio. Estaba recién pegado, así que no fue difícil sacarlo de la pared y enrollarlo. Era un trofeo. Pasaron solo cuatro semanas para comprar por adelantado el tan ansiado boleto. Lo adquirí junto con Eswin, sabes, él también tenía la ilusión de verlos en directo. Y el tiempo acá pasaba lento. Trabajaba y pensaba en esa presentación. Te extrañaba y pensaba en el concierto. Viajaba hacia alguna ciudad y pensaba en el 9 de junio, 23.00, cierre del Festimad... Pearl Jam. Y cuando me fui a Portugal me llevé su último disco que me regalaste en navidad. O sea, toda mi estancia aquí ha girado en torno a su presentación en el estadio de Leganés, 9 de junio, 23.00, cierre del Festimad... Pearl Jam. Para el gran día había presagios de lluvia y fui preparado con paraguas. Ah, para que veas, ya me preocupo por esas cosas, no es fácil tener 29 años. Ni siquiera recuerdo quienes fueron los teloneros de Pearl Jam, pero cuando el ayudante de Eddy sacó la Fender Telecaster plateada, la preferida de Eddy desde hace unos cinco años, empezó la emoción. Sabía que todo iba a ser genial, desde el momento en los vi salir a escenario. Estaban más viejos, pero con las mismas energías de cuando eran veinteañeros. Te das cuenta, Jeff Ament ya tiene la barba blanca. Había tantos aplausos, gente saltando, que no pude verlos salir y apropiarse en el escenario. Un par de gigantes no me dejaron ver cómo se acomodaban en los instrumentos,solo oí que empezaron a tocar, sí, era Porch, la canción que tanto disfrutaba con mis hermanos, el Andy y el Roberto, cuando eran chamos, bien chamos, apenas unos niños. Me acuerdo que los abrazaba fuertemente y les decía: "dí que te gusta Pearl jam". Y los pobres tenían que decir: "me gusta Pearl Jam". Luego les hacía cosquillas, les sofocaba, y les gritaba: "di que te gusta Balck Sababath". A los pobres no les caía ni un poquito ese grupo, pero decían: "sí, sí, jajaja"... pero Porch de Pearl Jam si les gustaba de verdad, te aseguro. De pronto, entre tanta remembranza, Stone Gossard dio la señal al resto de la banda y empezaron a cantar Animal. Por mi mente pasaron todos esos momentos, porque como ya sabes, cada pedazo de mi vida lo recuerdo con un disco en especial. Con Ten vuelven los momentos del sexto curso. Con Vs. y Vitalogy, el primer año de universidad. Con No Code, el tiempo cuando escribía un modelo de novela trasgresora y, en segundo término (cuando el Galo Betancourt me lo volvió a prestar unos años más tarde), las primeras andanzas con la Chimilinga. Con Yield, se me vienen a la mente los primeros días de Rayuela. Es decir, había momentos en los que no me daba cuenta de lo que pasaba, que estaba en el estadio de Leganés, que Pearl Jam cerraba el Festimad. Solo deseaba verlos más cerca. Iba adentrándome en la multitud, ganándome codazos, patadas e insultos castizos (literalmente). Hicieron un corte y, al regresar a escenario, tocaron Last exit y Not for You, canciones esenciales para mí, pero no dieron ni un solo acorde de Jeremy, Red Mosquito, Wishlist, Garden... como si fuera poca cosa, Eddy brindó por la vida e interpretan Alive, con un solo identico al del disco, algo que ya no acostumbran y que me hizo sentir especial (tantos años repitiendo el solo con mi guitarra y ahí estaba Mike McCready dándome una clase de cómo pasar los dedos por las cuerdas). Para introducir Black, estuvo Javier Bardem, quien le regaló las tres botellas de vino que emborracharon a Eddy Vedder. Bardem dijo que cuando su amigo Eddy le pidió que presentara esa canción se quedó "en blanco". Hubo un momento en que Eddy bajó del escenario y se puso a caminar en medio del público. Lo vi muy cerca, y me pareció un tipo de talla normal, no tan alto como se pensaría de un gringo. En fin, los Pearl Jam tienen un dominio de las tablas impresionante. Su música suena perfecta a todo momento. En sus filas ahora está Matt Cameron, el antiguo baterista de Soundgarden, con lo que si hubiese estado allí esa noche Chris Cornell se habría repetido la alineación de Temple of the Dog, una banda alterna (de una música impresionante) que tuvieron estos muchachones antes de ser famosos. Todo mi imaginario musical estaba al frente mío y yo cantaba Daugther a todo pulmón. Por eso no sé cómo decirte que estoy bien, que la carraspera ha pasado un poco, pero que esta noche iré a ver a los Smashing Pumpkins en la plaza de toros de Las Ventas, y que mañana estaré nuevamente ronco. Luego se viene Metallica en Bilbao (entrada y pasajes comprados). Bueno, tengo que trabajar, ya te contaré lo de Smashing.

Comentarios

Desdelpupo dijo…
Buen cuento este, y una lección de música y recuerdos para los que somos medios neófitos. Saludos mi hermano! D.
Anónimo dijo…
una bestia de concierto ha estado, nunca te vas a olvidar de esa tokda compa, y las anecnodotas estan un cague, de la pica cuando vi el blog puse Pearl Jam

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