La Banda Balboa en Madrid

¿Cómo explicarlo? Simplemente, lo habíamos pospuesto demasiado y cuando el argentino Chalf nos mostró su nueva guitarra electroacústica ya no hubo más excusas: debíamos separar un tiempo para hacer música. El otro argentino, Guido, aseguró que llevaría su "viola", que en realidad resultó ser una Telecaster Fender de lujo, y fuimos con el guatemalteco Eswin a la espera de encontrar un bajo.Yo llevé unas baquetas que compré al segundo día de haber llegado a Madrid, en una tienda en la que me pasé viendo guitarras, bajos, baterías, objetos rarísimos de percusión, y claro como no tengo presupuesto para nada apenas llevé unas baquetas 2s, pesadísimas, justo para heavy metal, que es en realidad lo que deseaba hacer en Madrid. Nunca pensé que las utilizaría en un proyecto de protopop. A tres meses de nuestro arribo a este país, conseguimos una sala de ensayos que se llama Rojo 39, ubicada en Vicálvaro, al sur de la ciudad. La noche anterior fuimos a la casa de Chalf, habíamos ensayado algunas canciones, entre ellas Basket Case de Green Day... muy pretenciosos, jum. Al instalarnos ya en la sala, con amplificadores de buena calidad y una batería maravillosa, tratamos de tocar Oh Me, la canción de Meat Puppets que Nirvana interpretó en su unplugged. Claro, al momento del solo hubo problemitas de coordinación... bajón. Vemos que eso de Basket Case quedará en el olvido. Guido está sentado en un rincón de la sala, con su mirada perdida en algún punto. Chalf tiene una desazón que no la dice con palabras, pero que la explica con su rostro desencajado, Eswin trata de mantener la calma y yo no sé si decir vámonos, aunque se me ocurre pedir que hagamos la canción de Radiohead, High & Dry. Guido a veces no le atina al tono, todos lo vemos preocupados y empieza a cantarla a su manera. Queda bien. De pronto estamos haciendo música. Hay un equilibrio entre lo emotivo, la técnica y la fuerza. Nuestros rostros empiezan a cambiar. Epa, estamos haciendo música en Madrid. Hasta tenemos una canción propia, salida de una improvisación. Esperamos mucho de Chalf, tenemos que conseguir el bajo para Eswin que mostró buena capacidad de improvisación y un buen sentido para la armonía, y claro, queremos que Guido se ponga al hombro la banda cantando y dándonos la emoción que necesitamos. Yo prometo comprar unas baquetas más livianas para que la bataca no suene tan fuerte y que nuestro proyecto de protopop sea una realidad. Veamos lo que pasa de aquí en adelante.

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