Chocolate dominguero


El chocolate en San Ginés me pareció bueno, se parece un poco al chocolate de Ambato, solo que es un poco más espeso y no tiene tanto gusto a canela. Un placer al que la venezolana, Helen, no se resistió.
Ese día, por la mañana, fui a El Rastro, un mercado de pulgas inmenso, en el sector de Lavapiés (barrio bravo, como La 24, en Quito), y me compré la palestina, que usado como bufanda tiene su encanto y cubre muy bien la garganta en el frío madrileño.

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