"Me dijo lelo, me dijo lelo"...
"Me dijo lelo, me dijo lelo"... ¿son estas las palabras de un líder de izquierda? Imposible creer que León Roldós se haya dejado llevar por su amargura, y haya dejado en libertad a sus votantes para que opten por cualquiera de los dos finalistas, Álvaro Noboa o Rafael Correa. Creo que en este país solo la consigna del populismo funciona, e incluso llegó a la candidatura de Roldós, ¿pero qué se puede hacer, si para ser presidente se necesita ofrecer más y más, si el voto es obligatorio? Aun así, la figura de Roldós se mostraba como la de un hombre de izquierda, un tipo serio en todo caso. Al perder las elecciones, al quedar en cuarto lugar, si era un verdadero líder de izquierda, tenía que asumir su derrota, asumir que por tercera vez era vencido por su incapacidad para comunicarse, y pensar en país, en llegar a concensos, como tantas veces lo repitió en sus discursos durante la primera vuelta, durante sus tres campañas. Al dejar en libertad de votar a sus simpatizantes, le dio una mano a la derecha, le dio un empujón al populismo de Noboa, pues muchas de las personas que votaron por Roldós no creían en Rafael Correa. Con su amargura, al echarle la culpa de su derrota a Correa, acusándolo (sea cierto o no, eso es lo que menos importa) de que él había propiciado los graffitis de "Ban-RED, la banca la poder" "Lelo-RED" o "Izquierda Lelocrática", le hizo el más grande favor al otro candidato que, a sí no lo reconozca, tendrá el poder y podrá controlar el SRI, y sus comsiones técnicas pondrán el precio del banano. Gracias, señor Roldós, su visión política ha quedado reflejada en sus actos, porque sus palabras, sus discursos en los que hablaba de los concensos, quedaron en la basura. Usted solo quería ser presidente por vanidad. Jamás fue de izquierda.
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